Comprar nuevas prendas no te va a salvar de la comparación o de la crítica. E imitar a otros en su apariencia, forma de hablar o de ser, tampoco.
Te pasará, que cuando te dispones a hablar en público ante familia, amigos o en el trabajo, en múltiples ocasiones aparece la famosa comparación interrumpiendo en tu confianza y bienestar. Esta te hace conectar con la torpeza y hace que te resulte complicado e imposible expresarte como te gustaría.
¿Te críticas o críticas?
¿Te pasa que cuando te vas a hacer fotos o vídeos no soportas verte en ellos? También te puede pasar que arrojes la critica a los de fuera. Sin ir tan lejos, ¿cuántas veces vas caminando por la calle y vas criticando al que consideras que es lo peor porque no tiene modales o no tiene gusto?
¿Te has planteado alguna vez que esto lo hacemos para no tener que reconocer la enseñanza que tiene para nosotros esa situación de crítica?
A más mires a los demás para criticarles o venerarles, más caes en la trampa que te lleva de manera inmediata a escapar de ti, pues estar entretenida fuera te distrae y te impide que mantengas el foco en tu mirada reflexiva y analítica… Te explico más en el siguiente párrafo.
A veces la comparación nos hace mirar a los demás con crítica porque vemos en ellos lo que creemos que jamás vamos a conseguir y nos resulta difícil de soportar, o porque como he comentado antes, es la manera perfecta de entretenerte para no mirar dentro de ti aquello que necesitas dejar de ver cómo un error.
Pero ¡ojo! Que también existe el estilo de engrandecer y endiosar en vez de criticar.
Y este estilo también nos hace vivir en comparación, ya que seguimos pensando que no hemos sido tan afortunadas porque no hemos venido a esta vida con la característica de esas personas que tan especial les hace.
Cuando quieras combatir las comparaciones que te hacen de menos y hacen que no termines de creerte tus valías, debes desarrollar un plan.
Este plan trata de reconocer alguna fortaleza tuya que ya tengas. Esta fortaleza se tiene que convertir en tu bastón. Es una característica de apoyo que sueles tener activa (o la has tenido activa a lo largo de tu vida aunque ahora puede que haya menguado por diferentes causas) y que cuando estás en ella sientes que eres útil y capaz y hace que te caigas mejor.
Si consigues hacer uso de ella te ayudará a superarte poco a poco y verás como recuperarás las fuerzas y las ganas para salir del abismo del que parece que no hay salida.
Te comparto algunas preguntas concretas para que puedas clarificar tu desafío:
¿Con qué clase de personas te comparas?
¿Qué tienen ellas que tú no tienes?
¿Qué tienes que ver reflejado en tu comunicación e imagen para dejar de compararte?
¿Qué hábito tienen estas personas que les permite desarrollar la característica tan fabulosa que ves en ellos ?
Importante:
Ahora piensa qué pasaría con tu comparación si incorporaras a tu vida ese hábito que tienen tus personas guía y cómo crees que te ayudaría.
Espero que este ejercicio de final de año te sirva y te acompañe a situarte y te anime a conocerte y potenciar lo mejor de ti.
Muchas gracias por estar al otro lado y por todo este tiempo que llevas acompañándome. Me siento muy afortunada de poder acompañar a mujeres como tú a que conecten con su poder.
Abrazo grande bella.
