Cuéntame:
¿Para hacer qué cosa te crees mayor o fuera de lugar, ¿quién crees que te juzgaría y qué no soportarías que dijese de ti?
Si estas en constante lucha contigo misma, es normal que tu mirada hacia el mundo tenga cierto recelo, miedo o inclusive desprecio.
“Si quieres desatar los nudos que te han llevado a compararte, conformarte o ser la eterna inconformista, estoy para ti”
Muchas me decís esto de: “antes me creía capaz y ahora no”. “Nunca termino de verme bien”. “No me siento segura de ser yo ante determinadas personas”
Hay cosas imperdonables, y una de ellas es no intentar salir de la parálisis e incomprensión. El miedo a la equivocación es un patraña que nos hemos contando para seguir en las nubes. El verdadero y devastador pensamiento de “no lo intenté, “no hice todo lo que pude y supe”, hace destrozos en tu autoestima.
Cada estación tiene un propósito alineado a nosotros que podemos/debemos desarrollar en paralelo. El invierno trae la abundancia personal. Simboliza la intención de siembra. Toda semilla que se plante ahora, si le damos la profundidad que requiere, evolucionará el resto del año.
Tres cosas importantes para ESTAR en la abundancia personal:
- Mengua tu actividad de fuera y activa la de dentro. Todos los días reflexiona sobre quién eres y qué te ha hecho alcanzar lo que más feliz te hace en la vida y agradece lo que eres y tienes.
- Revisa, ordena, y valora tus recursos materiales que te van a permitir diseñar tu año: qué quieres estudiar, dónde quieres veranear, qué cambios laborales buscas, etc.
- Reflexiona sobre qué sabes de ti y cómo eso te puede ayudar a hacer la siembra anual con motivación.
Te abrazo fuerte.