“Querer ser perfecta no es llevar todo tu ser a la perfección, es llevar a la perfección lo que en tu mente existe como un error”
Buenos días cariña ¿Cómo estás?
Pronto entraremos en una estación nueva y con ella una nueva naturaleza que descubrir y transitar…
Cada cambio de estación, es un viaje interior para desarrollarnos y descubrir una nueva manera de habitarnos. En verano necesitamos más que nunca experimentar la vida conectada al órgano regente de este ciclo: el corazón. En él alberga la compasión y la claridad para descubrir una nueva comunicación que nace de lo más profundo que hay en las características de cada ser. Esta nos permite conocer las bondades que residen en nuestro interior, y que nos provocan la alegría y satisfacción de sentirnos completos.
En verano, vibramos con el ardiente deseo de disfrutar y pasárnoslo bien, algo que también nos puede hacer pasar por momentos de inconsciencia, que nos impiden gestionar los deseos incontrolados. Para ello, es fundamental conocer qué es aquello que nos permite vivirnos con la creatividad suficiente para no sentirnos dominados por los estímulos constantes que vienen de fuera. Porque todos venimos a esta vida a construirnos y a brillar desde lo que somos, y en verano debemos aprender a llevarlo como una luz que se expande.
“A más insatisfacción interna, más necesarios son los excesos de fuera”
El verano es una estación que nos permite sentirnos seguros de lo que comunicamos. Y para ello, hay que penetrar en uno mismo para reconectar con lo que somos y por lo que sentimos gran gratitud. Es una etapa que nos permite tener una imagen unida a una comunicación consolidada y para que esto suceda nos tenemos que permitir vibrar con la energía de la curiosidad y motivación para descubrirnos.
El verano, representa el ecuador del año, es un momento para recapacitar y hacer recuento de cómo nos hemos ido completando desde el inicio del año hasta ahora.
Te abrazo fuerte.