Tomarse tan en serio tiene sus inconvenientes…
Y hoy, quiero compartir contigo dos de ellos: la rigidez y la falta de inocencia.
Estos te van quitando la frescura y el movimiento libre que tienen los gestos de tus encantos que un día te hicieron auténtica.
Tomarte en serio te arrebata lo más puro de ti llenándote de expresiones esclavas de tus contradicciones que comunican la forma negativa en la que te percibes.
“Revisa qué dices de ti y qué aflora cuando no transmites aquello que esperas de ti”
Tu maestros (padre y madre) tienen infinitas respuestas que dan sentido y entendimiento a cómo comunicas; pues ellos han influido en ti de forma directa e indirecta.
La comunicación no verbal desvela varias partes de tu inconsciente, una de ellas es esa parte de ti que te esfuerzas por cambiar y que por mucho que la niegues y quieras evitar que salga, no puedes abstraerte de hacerlo. Ni tú, ni nadie.
Sin embargo, sí podemos hacer una recopilación de datos del pasado para profundizar y cambiar percepciones que se grabaron en nuestra mente como erróneas, y que hoy estamos sujetos a roles que nos llenan de culpas y hacen que pongamos todas nuestras intenciones en lo que pensamos que debemos corregir para obtener lo que buscamos.
“Nunca pongas tu foco y tu intención en corregirte y sí en descubrirte. Desde ahí, tu defecto se equilibra porque deja de representarte”
Piensa que vives esposada a una percepción de tu pasado que ha quedado latente en tu forma de funcionar y comunicar y que, al haber puesto toda tu energía en ella para cambiarla u ocultarla, la has dado más fuerza y ahora se ha hecho con el control y tiene la capacidad de manipularte a su antojo.
Sé que la notas y que la sufres porque provoca en ti torpezas que ya están muy adheridas a tu forma de funcionar y de comunicar. Pero el rechazo y las constantes ganas de corregirte, no son la solución. Además, a más intentos fallidos más pierdes la esperanza y la pasión por recuperar la frescura y el poder de tu personalidad.
Hay una manera de recuperar lo que es tuyo. A mí me lleva funcionando desde hace 15 años. Yo lo llamo deja de cubrirte para descubrirte. Es una filosofía de vida que me permite penetrar en mí con curiosidad y evita que me paralice por miedos e inseguridades.
Te mando abrazos y besos en estos últimos días otoñales en los que estamos liderando una parte de nosotros que nos impulsa a la transformación que hay en otoño y que más tarde la necesitaremos para iniciarnos en el invierno.
No te niegues más y hazte con tu poder. Te lo debes. Nos lo debes. Porque sentirse bien es un deber, no un privilegio.
Feliz día.