Buenos días de viernes!!!
¿Sabes cómo afectan los resentimientos a tu confianza?
El resentimiento es un gran desconocido. Pasa por nuestra vida de forma diaria manifestándose, y ni siquiera somos conscientes de ello. O si lo somos, nos llenamos de razones para poder sentirlo por lo que algo o alguien nos hace.
Much@s piensan que les protege y les defiende, otr@s sienten que les ayuda a hacer justicia, pero: ¿En realidad somos conscientes de cuánto nos aleja de poder vivir el presente con paz interior?
El resentimiento nos mantiene dolidos y frágiles ante la idea de que hay personas o situaciones que pueden hacernos daño, y desde ese temor construido, poco a poco vamos sintiéndonos acorralad@s e impotentes. Cuando estamos oscurecidos por el temor, este nos quita la consciencia de dónde tenemos nuestro poder y nos lleva a un tipo de tensión que vive con nosotr@s de forma casi perpetua, y hace que tengamos la necesidad de protegernos de lo que nos puede suceder fuera.
Y aunque se refleja en nuestro día a día llenándonos de debilidad y de duda, pensamos que estos dos factores no tienen nada que ver con el resentimiento que vive instalado en una parte de nuestro inconsciente que se va reflejando en todo lo que nos va pasando a lo largo de nuestra vida.
Cuando se dan los problemas y las adversidades que tanto bajón y preocupación nos provocan en realidad, aunque nos amargan la existencia, estas situaciones nos quieren sacar de nuestro círculo vicioso en el que nos mantenemos dando vueltas, para que sepamos de una vez por todas que podemos hacerlo de otra forma.
Una vez que partimos de esta premisa que nos hace ser más optimistas, podemos ser más objetivos, reales e inteligentes con aquello que nos pasa, ya que, si no razonamos desde un lugar distinto a cómo lo solemos hacer, nunca terminaremos de ver las posibilidades que nos presenta la situación en la que solemos caer.
“Lo que nos pasa en el mundo tiene una relación directa con las vivencias e interpretaciones que hemos construido en el hogar en el que crecimos”
A lo largo de nuestra vida, vamos acumulando resentimientos que afloran en rencores que nos hacen sentir con más rabia y más impotencia por la vida que llevamos y por la persona en la que nos vamos convirtiendo. Pensamos que el ataque viene de fuera, y sí, puede ser, alguien nos hace sentir de una determinada forma en la que nos sentimos atacad@s e indefens@s pero, esto no es más que una preparación que nos ayuda a gestionar y colocar lo que por el momento se mantiene perdid@ y desubicad@, para que se nos deje de presentar la misma situación externa una y otra vez.
En África hay un dicho que me encanta que dice así:
“Si no hay enemigo dentro de ti, no puede haber un enemigo fuera que pueda hacerte daño”
El conflicto es una gran oportunidad para aprender a vivir internamente de manera distinta y para que esto se refleje en nuestro día a día para:
- Dejar de pensar en nuestra imposibilidad y empezar a generar otras oportunidades.
- Salir de la amargura y pesimismo que nos supone no confiar lo suficiente en nosotr@s.
Recuerda que lo humilde y lo más amable y dichoso que puedes hacer por ti, es cambiar la mirada que haces juiciosa hacia fuera por una mirada curiosa y asertiva hacia dentro.
Examínate sin culpa para poder conocerte de verdad y saber cuál es el punto de partida que nace de ti. Iniciarte en una nueva búsqueda es el mayor regalo que te puedes hacer para recuperar y restaurar tu fuerza, empuje y capacidad de logro.
Yo te acompaño. Mi método tiene dos fases: Una de crecimiento personal y otra desarrollo de la imagen del inconsciente. Si estás en ese momento de reflexión en el que necesitas impulsarte puedes pedir tu mentoría GRATUITA.
Feliz fin de semana bell@s!!
