“La mejor sinfonía, es escuchar el latir de tu corazón cuanto este ha aprendido a amarse”
Vivimos en un mundo en el que necesitamos cambiar nuestras percepciones para poder abrazar la divinidad de nuestro ser. Hoy os propongo una mirada profunda hacia el corazón que nos lleve a desapegarnos del ego, alejarnos de lo banal y del miedo para poder transformar el pensamiento habitual al pensamiento trascendental. Así lograremos dar un salto cuántico y conseguir liberarnos de aquella sombra que nos aleja del equilibrio y de la paz interior.
Cambiar el enfoque de tu vida exige una llamada hacia lo que no quieres ver de tí, aquello con lo que llevas conviviendo tanto tiempo que hasta parece que lo enterraste para siempre. Creemos que todas nuestras desgracias son meras casualidades, que son una cuestión de suerte, sin pararnos a pensar que todo tiene un CAUSUALIDAD que nos desvela desde qué lugar nos vivimos y cuales son nuestros conflictos más profundos que son representados en cada escenario de nuestra vida a través de experiencias que empobrecen nuestra esencia.
Hay un dicho que define muy bien este concepto: “Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma”
Los recuerdos son quistes que se van apoderando de nosotros hasta meternos en una profunda oscuridad, debemos perder el miedo de explorar que es lo que nos aterra de nosotros, y reconocer cual es el hábito que nos domina y nos lleva al caos. Alíate con la voluntad para sanar tus heridas, puedes comenzar por hacer una revisión de tus parejas, amigos o familia y ver aquello que ellos te intentar comunicar sobre tí a través de lo que no soportas y no aceptas de ellos.
“Lo que ves fuera existe dentro” Explora qué te lleva a querer ver en el otro su lado oscuro, eso es un indicativo muy potente que te está diciendo cuanta luz reside en tí y en qué porcentaje estás brillando. Haz que tu esencia sea una maestría de tu luz, sólo tu puedes rescatarte y sólo tú puedes deslumbrar como te mereces.
“Sentirse bien es un deber, no un privilegio.”
Dejamos la primavera para iniciar un nuevo ciclo…Un abrazo inmenso Guerreros de la luz.
Namaste.
